sábado, 5 de abril de 2014

El exito de un restaurante no solo es comida deliciosa...


 

*El contar con alguien que cocina muy bien y capital no es lo único necesario para montar un restaurante y mucho menos, garantizar su éxito; se necesita además tener un menú de alta calidad gastronómica, variedad y presentración, además de una ambientación ideal, un servicio amable y eficaz, precios razonables, localización muy conveniente, poca o nula competencia, buena publicidad y, por supuesto, una buena administración.
*El tiempo promedio de maduración de un restaurante independiente suele ser de 1 a 2 años. No basta con abrir sus puertas para que un restaurante poco a poco adquiera prestigio y logre su punto de equilibrio, mucho menos utilidades.
*Los emprendedores atrevidos olvidan que las ventas de un restaurante dependen en buena medida del gasto en publicidad y promociones, y éste casi siempre se escatima.
*Otros gastos generalmente subestimados o ignorados son los impuestos, intereses financieros, seguridad social, liquidación ocasional de personal, demandas laborales inesperadas, alzas en materias primas, rentas y servicios, renovación de permisos, mantenimiento de equipo, fumigaciones, etc.
*Recuerde que para ser un restaurantero exitoso no basta con tener una buena receta, algo de capital propio o prestado y mucho esfuerzo por que el giro es muy matado.Tiene que conocer más sobre el oficio restaurantero y tener mayor capacidad administrativa y de liderazgo.
*Este negocio requiere de mucha perserverancia y sacrificio tanto del propietario como de su familia para lograr tener éxito, sin embargo y cuando por fin se empiezan a generar utilidades, el trabajo se intensifica más, y es ahí donde ya muy pocos emprendedores lo resisten, mientras que los demás optan por tirar la toalla.
*Muchos restauranteros arrancan su negocio con familiares, trabajadores, socios y acreedores a bordo, confiados ciegamente en el chofer, sin analizar antes a sus clientes y competidores potenciales, sin capacitación mínima en aspectos administrativos; no hacen pruebas rigurosas de menús, no buscan la asesoría de especialistas en diseño, gastronomía o mercadotecnia, y no tienen un plan de acción que les indique qué hacer y cuándo hacerlo para llegar a su meta, la cual generalmente es muy ambigua o poco realista. Asi que cuando el negocio fracasa, no solo quedan derrumbados emocionalmente, sino además muy endeudados.
*Es un error creer que si algo ha funcionado por años, no se debe cambiar. El menú y la ambientación de un restaurante, tienen que adaptarse a los cambios que muestre la población, sus clientes potenciales.
No se niegue a remodelar sus establecimientos, modernizar sus cocinas o capacitar al personal de su restaurante, a pesar de que halla logrado acumular ganancias cuantiosas a través de los años.
*La publicidad: por lo general recurren a ella cuando las ventas andan bajas o, lo que es lo mismo, cuando la competencia cercana empieza a ganar terreno. No asumen que el gasto en publicidad y promoción debe ser permanente y, por tanto, que debe ocupar una parte considerable del presupuesto operativo, hasta 10% o 15% según algunos especialistas, aún en tiempos de fuertes volúmenes de ventas.
En otros casos por querer ahorrarse el pago a una agencia especializada en la materia, los restauranteros crean su propios programas y estrategias publicitarias; sin embargo al ver el poco impacto que tuvo su publicidad, consideran que fue un gasto inútil.
*Suponen que sus clientes frecuentes siempre lo seguirán siendo, olvidándose que es a ellos y sus familiares, asi como amistades, en primer lugar, a quienes deben dirigirse las promociones especiales. Se olvidan de premiar la fidelidad de su clientela y no hacen un esfuerzo por reconquistarla día a día.

¿Como hacer el postre mas famoso de italia?

Te presentamos la receta tradicional italiana para hacer Tiramisu, un postre extraordinario que podrás preparar fácilmente en casa.



Ingredientes:

- Mascarpone, 1/4 de kilo
- Huevos, 3 grandes
- Yemas de huevo, 3
- Claras de huevo, 2
- Bizcochos tipo 'sabojardi'
- Azúcar, 2-2 cucharadas
- Brandy, del bueno
- Café, un vaso




Preparación:

Comenzamos este Tiramisu batiendo las dos claras que tenemos separadas al punto de nieve con ayuda de una batidora eléctrica.

Por otro lado, vamos a batir el azúcar y las tres yemas hasta obtener una masa espumosa. Recomendamos hacerlo manualmente, batiendo con ayuda de algún utensilio.

Cuando esta masa vaya espesando, le vamos agregando el mascarpone poco a poco, mientras no dejamos de remover, y por último le añadimos las claras montadas de la misma manera que el mascarpone. Es el momento de echar un chorrito de brandy para dar sabor.

A la vez que hacemos esto, vamos preparando un vaso de café con ayuda de tu cafetera, al que vamos a echar otro chorrito de brandy igualmente.

Volcamos el café sobre un plato o cuenco alto, y vamos mojamos los bizcochitos por los dos lados.

Ahora usaremos una fuente grande con forma rectangular para ir montando el Tiramisu. Primero forramos la base con los bizcochos mojados en café con brandy.

Por encima untamos una capa de la crema que hemos preparado, y así montamos un par de capas de bizcochos y crema por encima. Dejamos en la nevera varias horas que se enfríe bien.

Finalmente, antes de servir, se le espolvorea cacao en polvo por encima, para darle sabor y color a nuestro postre.

viernes, 4 de abril de 2014

La historia de la pizza


 

Aparentemente, la pizza surgió hace tres mil años como el primer pan sin levadura consumido por los humanos; consistía en unos pequeños bollos planos preparados sobre piedras abrasivas. Muchas civilizaciones que vivían en las áreas mediterráneas, como los Egipcios, los Griegos y los Romanos, estaban acostumbrados a comer bollos planos de este tipo, elaborados a partir de granos de cebada, agua y diferentes sazonadores.
Y precisamente, el término “pizza”  remite a ese pan aplastado. Proviene  del la palabra latina “pinsa”', que es el participio pasado del verbo latín “pinsere”  que significa “aplastar”. Pero ese pancito chato, por muy rico que fuera, necesitó de la ayuda de las especias para desparramarse al mundo, y los Napolitanos fueron en ese proceso fundamentales: agregaron el tomate y la muzzarella, que hacen de la pizza eso que conocemos hoy.

La pizza era uno de los platos favoritos en la cocina Napolitana. Entre los siglos XVII y XIX, el hábito de comer pizzas se contagió en casas y calles, surgiendo los lugares especializados en la elaboración de pizza: las pizzerías. Durante el siglo XVII, las pizzas eran horneadas en hornos de ladrillo o piedras volcánicas y vendidas en las calles de Nápoles, por jóvenes que llevaban pizzas en sus cabezas, en la típica “stufa”  (una estufa de hojalata que mantenía las pizzas calientes). Durante el día, los jóvenes caminaban por las calles de Nápoles, vendiendo pizzas horneadas con diferentes sazonadores e ingredientes, a quienes encontraban por su camino, gritando al mismo tiempo para atraer la atención de más gente.

La primera pizzería ‘moderna' fue “Pietro e basta Cosi”,  establecida en 1780 en Nápoles, por Pietro Colicchio. Luego de más de cien años, esta pizzería aun existe, aunque renombrada como “Antigua Pizzería Brandi”. Como Pietro Colicchio no tenía hijos, la gestión de la pizzería pasó a manos de Enrico Brandi. En 1889, Raffaele Esposito (el esposo de la hija de Enrico Brandi), considerado el mejor pizzaiolo del momento, fue invitado al Palacio Real de Capodimonte (en Nápoles), para hornear pizzas para el Rey de Italia, Umberto I de Savoia, y su esposa, la Reina Margarita, invitados de Ferdinando di Borbone, Rey de Nápoles. Raffaele Esposito horneó tres diferentes pizzas: pizza Mastunicola (queso, albahaca y manteca de cerdo), pizza Marinara (tomate, ajo y orégano) y pizza Pomodoro & Mozzarella (tomate, queso y albahaca), la cual recuerda con su color la bandera de Italia. La Reina aprecio y disfruto tanto del sabor de las pizzas, que agradeció al pizzero por escrito. Raffaele Espostio, conmovido por la carta agradeció a la Reina denominando con su nombre (Margarita), a la pizza Pomodoro & Mozzarella. Aquella carta, aun hoy es conservada por la Antigua Pizzería Brandi.