viernes, 4 de abril de 2014

La historia de la pizza


 

Aparentemente, la pizza surgió hace tres mil años como el primer pan sin levadura consumido por los humanos; consistía en unos pequeños bollos planos preparados sobre piedras abrasivas. Muchas civilizaciones que vivían en las áreas mediterráneas, como los Egipcios, los Griegos y los Romanos, estaban acostumbrados a comer bollos planos de este tipo, elaborados a partir de granos de cebada, agua y diferentes sazonadores.
Y precisamente, el término “pizza”  remite a ese pan aplastado. Proviene  del la palabra latina “pinsa”', que es el participio pasado del verbo latín “pinsere”  que significa “aplastar”. Pero ese pancito chato, por muy rico que fuera, necesitó de la ayuda de las especias para desparramarse al mundo, y los Napolitanos fueron en ese proceso fundamentales: agregaron el tomate y la muzzarella, que hacen de la pizza eso que conocemos hoy.

La pizza era uno de los platos favoritos en la cocina Napolitana. Entre los siglos XVII y XIX, el hábito de comer pizzas se contagió en casas y calles, surgiendo los lugares especializados en la elaboración de pizza: las pizzerías. Durante el siglo XVII, las pizzas eran horneadas en hornos de ladrillo o piedras volcánicas y vendidas en las calles de Nápoles, por jóvenes que llevaban pizzas en sus cabezas, en la típica “stufa”  (una estufa de hojalata que mantenía las pizzas calientes). Durante el día, los jóvenes caminaban por las calles de Nápoles, vendiendo pizzas horneadas con diferentes sazonadores e ingredientes, a quienes encontraban por su camino, gritando al mismo tiempo para atraer la atención de más gente.

La primera pizzería ‘moderna' fue “Pietro e basta Cosi”,  establecida en 1780 en Nápoles, por Pietro Colicchio. Luego de más de cien años, esta pizzería aun existe, aunque renombrada como “Antigua Pizzería Brandi”. Como Pietro Colicchio no tenía hijos, la gestión de la pizzería pasó a manos de Enrico Brandi. En 1889, Raffaele Esposito (el esposo de la hija de Enrico Brandi), considerado el mejor pizzaiolo del momento, fue invitado al Palacio Real de Capodimonte (en Nápoles), para hornear pizzas para el Rey de Italia, Umberto I de Savoia, y su esposa, la Reina Margarita, invitados de Ferdinando di Borbone, Rey de Nápoles. Raffaele Esposito horneó tres diferentes pizzas: pizza Mastunicola (queso, albahaca y manteca de cerdo), pizza Marinara (tomate, ajo y orégano) y pizza Pomodoro & Mozzarella (tomate, queso y albahaca), la cual recuerda con su color la bandera de Italia. La Reina aprecio y disfruto tanto del sabor de las pizzas, que agradeció al pizzero por escrito. Raffaele Espostio, conmovido por la carta agradeció a la Reina denominando con su nombre (Margarita), a la pizza Pomodoro & Mozzarella. Aquella carta, aun hoy es conservada por la Antigua Pizzería Brandi.


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