Los platillos más ricos de nuestra cocina mexicana
En años recientes la gastronomía mexicana fue nombrada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad. Resultado de la fusión de sabores europeos e indígenas, la comida mexicana representa la visión de dos culturas que dieron origen a una de las cocinas mestizas más ricas del mundo.
La experiencia de viajar por México no estaría completa sin probar la extensa variedad de platillos típicos que tienen tras de sí toda una historia que contar, y por lo tanto, se vuelven referentes de la identidad nacional. Es por esta razón que a continuación te mostramos los diez platillos que no puedes dejar de probar cuando nos visites.
En años recientes la gastronomía mexicana fue nombrada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad. Resultado de la fusión de sabores europeos e indígenas, la comida mexicana representa la visión de dos culturas que dieron origen a una de las cocinas mestizas más ricas del mundo.
La experiencia de viajar por México no estaría completa sin probar la extensa variedad de platillos típicos que tienen tras de sí toda una historia que contar, y por lo tanto, se vuelven referentes de la identidad nacional. Es por esta razón que a continuación te mostramos los diez platillos que no puedes dejar de probar cuando nos visites.
Mole (típico de Puebla y Oaxaca)
El mole es una de las salsas más sofisticadas de la cocina mexicana.
Su elaboración implica la utilización de diferentes chiles, chocolate y
algunas semillas como las nueces, pistaches y ajonjolí, además de
especies como la canela y el clavo. Existen diferentes versiones de este
platillo aunque las más famosas son el mole negro de Oaxaca y el mole poblano, considerado el más representativo de la cocina mexicana.
Cochinita Pibil (típico de Península de Yucatán)
Ir a
Yucatan y no probar la cochinita pibil es imperdonable. Este manjar consiste en
un guiso de carne de cerdo cocinada con un condimento prehispánico
conocido como achiote, jugo de naranja y especias. Todos los
ingredientes se envuelven en hojas de plátano y se hornea. Se acompaña
de cebolla morada fileteada, salsa de chile habanero y una refrescante
bebida de horchata.
Barbacoa (típico de Hidalgo)
La
famosa barbacoa hidalguense es uno de los platillos típicos del centro
del país. Para prepararla se utiliza un método de cocción prehispánico
consistente en cavar un hoyo que se sutiliza a manera de horno. Al
interior se coloca la carne de borrego y se cubre con pencas de maguey
sobre las que arderán las brazas toda una noche. Al siguiente día se
saca la barbacoa del horno y se come con tortillas recién hechas y salsa
borracha.
Cabrito (típico de Nuevo León)
El
platillo por excelencia de la Sultana del Norte es el cabrito. Se
rostiza a las brazas y se come con tortillas de harina acompañadas de un
buen guacamole y frijoles charros. Si visitas Monterrey no dejes pasar la oportunidad de comer esta suculenta especialidad.
Chiles en nogada (típico de Puebla)
Los
chiles en nogada son el platillo tradicional del mes patrio
(septiembre). Se dice que la receta original es obra de las monjas
clarisas. Fueron preparados por primera vez para agasajar a Agustín de
Iturbide con motivo de la firma de la Independencia de México. Es una de
las recetas más laboriosas de la gastronomía mexicana.
Se trata de un chile poblano relleno de fruta, carne molida de cerdo y de res condimentada con distintas especias. Se baña en una salsa de nuez y se decora con la colorida granada. Es un platillo de temporada que vale su sabor en oro.
Se trata de un chile poblano relleno de fruta, carne molida de cerdo y de res condimentada con distintas especias. Se baña en una salsa de nuez y se decora con la colorida granada. Es un platillo de temporada que vale su sabor en oro.
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